En las horas de enseñanza te hemos visto bajar tu mirada marchita,cuando con desconsuelo vez que tus anhelos de enseñanza han sido ignorados por lo que deben de escuchar para aprender, o ignorado por los que examinas.
Tu maestro inspirador, de un futuro exitoso, nunca has desfallecido tus deseos para mi enseñanza...
Y recuerda que:
El verdadero maestro es aquel que acepta correcciones, que conoce verdaderamente la palabra educación… Es aquel que ayuda y da consejos cuando alguien lo necesita y por sobre todas las cosas corrige sus errores… Cuando un niño te dice algo escúchalo está diciendo la verdad…
No ocultes las verdaderas emociones delante de un niño pues él es sabio y te delata más de una vez… Cuando tengas a un niño delante de ti sonríele así le demuestras tu sinceridad y tu verdadera vocación como maestra… No olvides que fuiste un niño y si recuerdas algún problema cuando eras pequeña, evítalo que pase con ese niño que tienes a tu responsabilidad, pues los sentimientos frustrados tienden a perseguirte por no sacarlos de tu vida…
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